Entre más vivimos más comprendemos que las mayores enfermedades de la humanidad son la duda y el miedo. No es para menospreciar la seriedad de otras de nuestras aflicciones, pero la duda y el miedo roban más vida a más personas que todas la demás enfermedades del mundo juntas. Y en los negocios sucede igual: la duda y el miedo paraliza el crecimiento y elevan el estrés del empresario.

La duda nos detiene de hacer cambios positivos y duraderos en nuestras vidas porque harán olas en el estado actual de las cosas. El miedo causa que tomemos decisiones débiles y frecuentemente irracionales que pueden comprometer nuestro futuro. Se lleva nuestra felicidad, nos quita el sueño, y hasta nuestra propia vida.

Para deshacernos del miedo y la duda lo primero es reconocer que tenemos miedos y dudas, pues quien no lo reconoce no hace nada por superarlos. Segundo, entender que no nacimos con esos miedos, los adquirimos. Tercero, entender que la duda es producto del desconocimiento, y es la principal fuente del miedo.

Entonces, estas son las cosas que debemos tomar en cuenta para superar el miedo:

El miedo es un regalo que fue inculcado en ti como un medio de protección y para acercarte a tu máximo potencial.

Cuando vives desde tu miedo o lo niegas, dejas el regalo cerrado; o sea, quedas desprotegido y estancado.

Cuando tu miedo es expuesto, rompes su control sobre ti y tienes la oportunidad de superarlo.

Así que, todos los empresarios puedes superar sus miedos con conocimientos y acción. Aprendiendo y recordando lo que hace funcionar bien a los negocios, y tomando acciones concretas para aplicarlo en el suyo.